viernes, 5 de julio de 2019

PILARES DE LA SALUD


Un estado óptimo de salud y bienestar es algo que todos queremos disfrutar durante toda nuestra vida, pero esto no depende de la suerte sino de una interrelación de diferentes factores sobre los que tenemos que intervenir, de forma que podemos corregir errores y subsanar carencias en cuanto al mantenimiento del conjunto de vehículos de los que está formado el ser humano; invertir parte de nuestro tiempo y recursos económicos para el adecuado funcionamiento de nuestro cuerpo y mente, así como disfrutar del proceso y de los objetivos obtenidos alcanzando dicho estado integral de salud.
Los pilares de la salud se asientan sobre bases o factores físicos, emocionales, mentales y concienciales o espirituales. De ahí que se trate de un trabajo holístico que abarca todas las dimensiones del ser humano.
Dentro de las necesidades básicas para el cuerpo físico la más importante es el aire, ya que realizando una respiración completa, que incluye la expansión torácica y abdominal además de la clavicular,  se aprovecha adecuadamente la capacidad pulmonar para recoger mayor cantidad de aire que, como se verá más adelante, además de contener oxígeno, necesario para los procesos metabólicos del organismo, contiene energía que vitaliza el cuerpo energético.
En orden de importancia, el agua, es la segunda necesidad básica, teniendo en cuenta que el cuerpo humano está compuesto de un 55% a un 78% de dicho elemento. Es preferible que el consumo de agua sea lo más natural posible, evitando la envasada en plástico, y que la ingesta se realice fuera de las comidas. También son recomendables los caldos vegetales, que ayudan a la eliminación de toxinas del organismo.
A continuación, los alimentos sólidos, que han de estar libres de contaminantes y compuestos por nutrientes vivos que con sus características fomentan la vitalidad que estamos tratando de alcanzar o mantener, como son cereales, legumbres, frutas y hortalizas provenientes de cultivos ecológicos, evitando los excesos y carencias de alimentos esenciales y fomentando el consumo de pan integral, azúcares de frutas o melazas de cereales, sales elaboradas con plantas, zumos naturales, etc.
También puede incluirse la luz solar como un elemento necesario, tanto para sintetizar la vitamina D como para energetizar los psicobiogeneradores o centros del cuerpo energético. Es aconsejable tomar la luz solar con moderación, teniendo en cuenta el tipo de piel, evitando largas exposiciones en horas de máxima intensidad (De 12 h a 16 h) y preferiblemente mientras paseamos o realizamos algún ejercicio.
El ejercicio físico es fundamental para la eliminación de toxinas, así como para adquirir flexibilidad y un tono muscular que mantenga la funcionalidad del organismo. Además, los ejercicios como TaiChi, ChiKung, Yoga, están enfocados sobre el cuerpo y mente favoreciendo un estado de salud equilibrado. Tratan de no alcanzar niveles elevados de fatiga y se dirigen a todas las partes del cuerpo, músculos, órganos, y algunos métodos también actúan sobre el cuerpo energético, mente y conciencia, ya que se realizan siendo consciente de los movimientos dedicando especial atención a la respiración y formas de pensamiento.
A semejanza de los niveles físico y energético, el nivel mental recibe su alimento, en este caso alimento inmaterial, como es el amor y el cariño que recibimos de nuestros padres, familiares y amigos desde el momento de la concepción del ser humano y a lo largo de toda la vida, así como la información que recibimos para conformar la personalidad. Esta información está influenciada por el medio en que se vive, educación familiar, orientación escolar, medios audiovisuales, lecturas, etc. siendo las bases que forjarán la forma de pensar y actuar durante el resto de la vida, que pueden estar dirigidas en un sentido de paz, sabiduría y bienestar o regidas por la violencia, ignorancia e infelicidad.
Autoconocimiento, se atribuye normalmente a los procesos emocionales. Conocer nuestros rasgos fuertes y débiles con los que trazar nuestro plan de consecución de objetivos en la vida es fundamental, pero también y por encima de todo conocer nuestro verdadero Ser.
El modelo de expresión o manifestación de nuestros talentos o torpezas, es el último factor o base en los que se sustentan los pilares de la salud y se convertirá en el legado Conciencial que dejaremos en este planeta durante nuestra existencia, el cual servirá, por una parte, como plataforma para dejar esta vida humana en condiciones de satisfacción, euforia y serenidad o infelicidad, melancolía e inquietud, por el nuevo estado que se manifestará después de abandonar el cuerpo físico, ya que la conciencia continua su camino evolutivo en otra dimensión, y por otra, si ha sido útil, productivo, beneficioso puede servir como modelo para los demás.

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