viernes, 5 de julio de 2019

EL ALIENTO


RESPIRAR ES VIVIR

El comienzo de la vida física se produce con una larga y profunda inspiración, retenida por un instante para extraer de ella las propiedades vitales y después es exhalada en un lento suspiro.
El ser humano no tiene necesidad de aprender a respirar. En la infancia la forma de respirar es natural y correcta pero a medida que vamos creciendo contraemos costumbres y hábitos perniciosos que alteran esa facultad de saber respirar, lo cual tiende a menguar su vitalidad, favorecer la manifestación de enfermedades y dolencias, y como consecuencia disminuir los días de su vida física, para terminar con un suspiro.
La vida depende completamente del acto de respirar, por lo que puede decirse que “Respirar es vivir”, ya que hasta las formas de vida más inferiores como las plantas necesitan el aire para su existencia.
Desde la primera inspiración hasta la última transcurre una larga sucesión de continuas respiraciones. Se puede considerar como una de las funciones más importantes, debido a que de ella dependen las demás funciones necesarias para la vida.
El cuerpo humano tiene sus propios ritmos al igual que sucede en la Naturaleza, por ello alteraciones en el estado de sueño, en la alimentación, en la respiración, pueden producir desequilibrios físicos que llegan a alterar su normal funcionamiento.
El ritmo es un principio universal presente en todas las cosas. Se puede observar el movimiento de los planetas alrededor del sol, el paso de las estaciones, el movimiento de las mareas, los ciclos menstruales de la mujer, el ritmo cardiaco, etc. por lo que la alteración de dicho ritmo puede producir desarmonía que se traducirá en enfermedad.

Respirar o resoplar

Cuando en uno de los talleres abordamos el tema de la respiración y comenté que habíamos olvidado la forma correcta de respirar, un hombre mayor me interrumpió y me dijo que él sabía respirar correctamente y a continuación se puso a resoplar rápidamente como cuando apagamos las velas de un pastel de cumpleaños. Así que la pregunta es si respiramos adecuadamente o no.
En el cuerpo físico el aspecto fisiológico de la respiración puede considerarse como la parte externa de esta función.
La palabra respiración ha quedado limitada a los procesos de combustión a nivel celular y se utiliza la palabra “ventilación” para todos aquellos procesos que constituyen el intercambio de gases. La misión fundamental del aparato respiratorio es suministrar de nuevo a la sangre el oxígeno que las células del organismo van consumiendo. Al mismo tiempo, elimina de la sangre el anhídrido carbónico acumulado a consecuencia del metabolismo de aquellas. Para realizar dicha misión, está constituido por unos órganos, los pulmones, en los que tiene lugar el intercambio de gases entre la sangre y el aire que llega hasta ellos, mediante una serie de órganos que en conjunto constituyen las llamadas vías respiratorias.
Las vías respiratorias están constituidas por las fosas nasales, faringe, laringe, tráquea y bronquios. Las fosas nasales son conductos estrechos formados por los rebordes de los huesos del cráneo. Toda la superficie de las fosas está recubierta de una mucosa con numerosos vasos sanguíneos y terminaciones del nervio olfativo, por lo que la función de esta mucosa es la de calentar el aire y en ella se encuentra el sentido del olfato.  A continuación el aire inspirado después de pasar por la faringe, que es la zona donde se cruza el conducto respiratorio con el digestivo, pasa a la laringe formada por un engranaje de cartílagos que sirven de sostén e impide que se pliegue y obture la entrada a las vías respiratorias inferiores, donde se encuentran las cuerdas vocales, la continuación de la laringe constituye la tráquea compuesta por un tubo cilíndrico que se divide en dos ramas, los bronquios, que a su vez se dividen y terminan en nuevas subdivisiones denominadas bronquiolos hasta llegar a los conductos alveolares que se encuentran en los pulmones, órganos situados en la cavidad torácica.
Los pulmones ocupan la cámara pleural del tórax, son esponjosos y su tejido muy elástico, tienen la capacidad de distenderse y relajarse para absorber y expeler el aire. Están cubiertos por una envoltura delicada, aunque resistente, llamada pleura que está formada por dos láminas entre las que se forma una cavidad rellena de líquido pleural que facilita el desplazamiento o roce de una lámina contra otra durante los movimientos respiratorios.
El aire entra en los pulmones por la acción del diafragma, músculo que separa la cavidad torácica de la abdominal. La acción del diafragma puede convertirse en un músculo semivoluntario por el esfuerzo de la voluntad. Cuando se dilata, aumenta la capacidad torácica y pulmonar. Cuando cesa la dilatación, el pecho y los pulmones se contraen y sale el aire.
La corriente de sangre impura llega a los pulmones y se distribuye por las células de aire mencionadas anteriormente. En la inspiración el oxígeno del aire se pone en contacto con la sangre impura por medio de las redes capilares donde tiene lugar el intercambio de gases, la sangre toma el oxígeno y libera el anhídrido carbónico generado por los desechos del organismo.
La sangre purificada vuelve al corazón cargada de propiedades y cualidades vitales para realizar el circuito mayor, que se inicia al salir la sangre por el ventrículo izquierdo para circular por las arterias y distribuir la vida por todo el organismo.
En caso que no llegue suficiente aire puro a los pulmones debido a una mala respiración, la corriente de sangre impura no se purifica y los desechos vuelven al organismo envenenándolo, produciendo una condición mórbida que llega a alterar la salud.
Al entrar el oxígeno en contacto con la sangre se une con la hemoglobina y llega a cada célula, tejido, músculo y órgano, que vigoriza y fortalece, reemplazando las células y tejidos gastados por nuevos materiales que la Naturaleza transforma para su uso.
El cerebro requiere energía y oxígeno. La glucosa es el nutriente energético básico usado por las células del cerebro. Las neuronas sin embargo requieren grandes cantidades de oxígeno y vitamina B para procesar la glucosa.
El cerebro pesa un 2% del peso total del cuerpo humano, pero usa más de un 20% del oxígeno de nuestro cuerpo.
Mientras es rara una escasez de glucosa en el cerebro, sí necesita un suministro constante de oxígeno y vitamina B para procesar la glucosa.
Un buen funcionamiento cerebral facilita la creación de nuevas conexiones neuronales y favorece el desarrollo de las inteligencias múltiples que según Howard Gardner son ocho, de las cuales dos de ellas están relacionadas con la Inteligencia Emocional que se organiza en cinco capacidades: conocimiento de emociones y sentimientos propios, manejarlos, reconvertirlos, crear la propia motivación, y gestionar las relaciones.
También la respiración está implicada en la función digestiva, ya que cuando el oxígeno entra en contacto con el alimento se produce cierta forma de combustión por lo que se hace indispensable una buena respiración para proveer al organismo de suficiente oxígeno. Se puede relacionar así, en algunos casos, las malas digestiones con unos pulmones débiles o mala respiración. Si el cuerpo necesita los nutrientes para realizar sus funciones y la asimilación de éstos no se produce de forma adecuada la nutrición será incompleta con lo que el organismo se debilitará ofreciendo poca resistencia a los factores patógenos causantes de enfermedades. Asimismo, los pulmones dependen de la buena asimilación de nutrientes para su función, con lo que una mala asimilación afectará a la capacidad respiratoria, condición que debilitará también al cuerpo.
También la combustión que se produce en el intercambio de materias de desecho produce calor que equilibra la temperatura del cuerpo. De forma que quienes respiran bien tienen mayor resistencia a los cambios externos de temperatura y menos posibilidades de resfriarse.

La energía está en el aire

Existe una sustancia vital de la cual deriva toda actividad que es denominada por la cultura hindú como Prana, Chi por los chinos, Pneuma en la cultura griega, Baraka por los musulmanes y Energía Vital en occidente. Es el principio universal que sustenta la existencia, aporta forma y sustancia a todas las cosas del universo, lo visible y lo invisible, lo animado y lo inanimado, desde lo microscópico hasta lo más grande, una estrella. Es el núcleo de toda materia y la energía de todas las formas visibles. El universo, la naturaleza, los animales, las piedras, el ser humano y todo en la vida es una manifestación de Energía Vital que se relaciona entre sí formando parte de una misma unidad.
En la respiración normal se absorbe y extrae una cantidad normal de energía vital, pero una respiración regulada permite extraer mayor cantidad de dicha energía que se concentra en el cerebro y centros nerviosos para utilizarla cuando sea necesario, con lo que pueden actualizarse las facultades latentes que producen un aumento en la capacidad física, intelectual y en las facultades parapsíquicas[1] y percepciones extrasensoriales.
En el ser humano, los órganos, las emociones, los pensamientos, las actitudes, son todo formas de Energía Vital, es por ello que cualquier perturbación energética provoca la enfermedad física, emocional o mental, además, dado que el ser humano está en relación con el entorno su sistema energético interactúa de forma constante con las variables energéticas externas.
Las personas que tienen la facultad de almacenar energía vital de forma consciente irradian fuerza y vitalidad que son percibidas por las personas que los rodean, acrecentándoles la vitalidad y salud, dando explicación a las llamadas curaciones magnéticas.
Así como el oxígeno de la sangre se consume según sean las necesidades del organismo, la provisión de energía vital se consume por los pensamientos, acciones, emociones y por tanto se necesita su constante reposición en el organismo. Todo ello nos indica que la calidad de nuestros pensamientos, emociones y acciones está en correspondencia con el gasto de energía que se efectúa. Por tanto, a mayor calidad menor gasto y a mejor respiración mayor acumulación de energía vital.

Recordando la forma adecuada de respirar

El aparato respiratorio del ser humano está constituido de tal forma que puede respirar tanto por la nariz como por la boca. Pero el método que se siga va a determinar la salud o la enfermedad de la persona.
Los niños que crecen con la costumbre de respirar por la boca tienen una vitalidad alterada y una constitución debilitada que se irá manifestando a lo largo de su vida.
Una gran mayoría de enfermedades contagiosas, así como numerosos resfriados y afecciones catarrales se contraen debido a la inadecuada respiración por la boca.
Así como es una excepción alimentarse por la nariz, también tendría que serlo respirar por la boca.
Para aquellas personas que han perdido el buen hábito de la respiración nasal y encuentran que sus fosas están bloqueadas por mucosidades u otras sustancias pueden realizar una serie de  exhalaciones un poco más fuertes de lo normal y con rapidez tapando alternativamente una fosa y exhalando por la otra.
También existe un método de limpieza de las fosas nasales que se realiza introduciendo la nariz en un recipiente de agua templada con una cucharada de sal marina sin refinar y realizar una absorción de agua pero sin inspirar, es decir, produciendo un bombeo con la raíz de la lengua, con lo que el agua ascenderá de forma natural por las fosas nasales y llegará hasta la boca para ser expulsada posteriormente, sin que se produzca la molesta sensación en la nariz cuando se absorbe agua.
Se ha clasificado la respiración en tres métodos que son los siguientes:
1º) Respiración baja o abdominal
Se la ha dado también otros nombres como respiración profunda, diafragmática, etc. ya que al empujar el abdomen hacia fuera el diafragma baja y los pulmones se ensanchan admitiendo más aire.
2º) Respiración media o intercostal
Denominada de esta forma debido a que las costillas se expanden lateralmente un poco y el pecho se dilata parcialmente.
3º) Respiración alta o clavicular
Se realiza levantando las costillas, las clavículas y los hombros y contrayendo al mismo tiempo el abdomen. Estos movimientos hacen ascender el diafragma y reducen la expansión de los pulmones.
Es probablemente el peor sistema de respiración, debido a que exige un gran consumo de energía con unos resultados muy pobres de absorción de aire, ya que sólo interviene la parte superior y menor del pulmón.
Este tipo de respiración se observa principalmente en Occidente en mujeres, cantantes, oradores, etc.
Con el tiempo estas personas adquieren la mala práctica de respirar por la boca, referida anteriormente.

Respiración completa

De los tres tipos de respiración descritos anteriormente, el primero de ellos solamente llena la parte superior de los pulmones, la respiración intercostal llena la parte media y la abdominal hace lo mismo con la parte baja de los pulmones, por lo que cualquiera de ellos realizado independientemente no tiene una función completa que distribuya el aire por todo el espacio pulmonar y, por tanto, aprovechar mayor cantidad de oxígeno y energía vital.
Este tipo de respiración engloba a los tres anteriores, lo cual indica que no se trata de algo anormal sino que es la forma de volver a los principios naturales del ser humano.
- Práctica
Para llegar a realizar la respiración completa sería conveniente comenzar por dominar cada uno de los tipos de respiración por separado, con lo que una vez alcanzado este objetivo se podría realizar la respiración completa de forma adecuada. Esta práctica puede parecer lenta, debido a la costumbre que se tiene en Occidente de alcanzar todas las cosas en el menor tiempo posible. Pero se está hablando de calidad y para dominar la respiración completa ha de hacerse con calma y cuidado, ya que las personas que durante años no han ejercitado los músculos que intervienen en la respiración y las células que residen en los pulmones se encuentran atrofiadas, será necesario realizar un entrenamiento progresivo para tonificarlas hasta llegar a fortalecerlas, alcanzando así un óptimo funcionamiento.
El ejercicio consta de tres partes:
En primer lugar, hay que practicar cada tipo de respiración de forma independiente hasta lograr cierto dominio para posteriormente practicar los tres tipos de forma consecutiva en un solo ejercicio.
a) La persona sentada o de pie con la espalda recta inhala el aire por las fosas nasales manteniendo la boca cerrada, y al mismo tiempo se hincha el abdomen para de esa forma mover el diafragma y llenar así la parte inferior de los pulmones. Se puede colocar la palma de la mano sobre el abdomen para ser más consciente del ejercicio. A continuación se exhala el aire vaciando el abdomen con lo que el diafragma comprime los pulmones y vacía el aire que contienen. Se pueden realizar unas series cada día hasta familiarizarse con este tipo de respiración que es el menos practicado. Como se ha dicho antes, no se trata de una competición, todos los ejercicios deben efectuarse lentamente y sin forzarse a llenar los pulmones de aire.
b) De igual forma que el ejercicio anterior se realiza la segunda parte con la respiración intercostal. En esta práctica se efectúan series solamente de respiraciones para llenar la parte media de los pulmones. Con lo que se inhalará el aire y se tratará expandir las costillas y a continuación se exhalará todo ello de forma lenta y suave. Es conveniente colocar la palma de la mano sobre las costillas y comprobar el movimiento de expansión y retroceso que realizan las costillas.
c) Por último, se practican unas series de respiración clavicular, inhalando el aire y levantando los hombros para llenar la parte superior de los pulmones para seguidamente exhalar el aire también de forma lenta y suave.
Al principio todos los movimientos del pecho parecen forzados pero con la práctica se van haciendo más naturales y no se hace necesario el seguimiento con la palma de la mano para comprobar cada movimiento, cosa que sucederá al cabo de unos días con lo que puede iniciarse la respiración completa practicando todos los ejercicios seguidos.
Consta la respiración completa de tres fases:
1º) La persona sentada en posición vertical con las manos sobre los muslos, inhala por las fosas nasales para llenar, en primer lugar, la parte inferior de los pulmones notando como se mueve la pared frontal del abdomen hacia delante.
A continuación se llena la región media, expandiendo las costillas y el esternón. Por último, se llena la parte superior de los pulmones como se ha referido en la respiración clavicular.
2º) Se retiene el aliento durante unos segundos sin forzarse.
3º) De forma lenta se va deshinchando el abdomen exhalando el aire vaciando la parte inferior de los pulmones, continuando con la parte media y finalizando con la parte superior relajando pecho y abdomen.
Es conveniente una práctica diaria de unas cuantas series de respiraciones completas y realizarlas en ambientes ventilados o en la naturaleza con temperaturas templadas, evitando lugares contaminados, con polvo o suciedad y ambientes excesivamente fríos.


[1] El parapsiquismo es la tendencia evolutiva de la conciencia a sobrepasar las limitaciones somáticas o neuropsíquicas, para alcanzar mayor discernimiento frente a la realidad multidimensional, a través del uso consciente de las potencialidades de otros vehículos de manifestación y de un mayor dominio bioenergético. (es.conscienciopedia.org)

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