RESPIRAR ES VIVIR
El comienzo de la vida
física se produce con una larga y profunda inspiración, retenida por un
instante para extraer de ella las propiedades vitales y después es exhalada en
un lento suspiro.
El ser humano no tiene
necesidad de aprender a respirar. En la infancia la forma de respirar es
natural y correcta pero a medida que vamos creciendo contraemos costumbres y
hábitos perniciosos que alteran esa facultad de saber respirar, lo cual tiende
a menguar su vitalidad, favorecer la manifestación de enfermedades y dolencias,
y como consecuencia disminuir los días de su vida física, para terminar con un
suspiro.
La vida depende
completamente del acto de respirar, por lo que puede decirse que “Respirar es vivir”, ya que hasta las
formas de vida más inferiores como las plantas necesitan el aire para su
existencia.
Desde la primera
inspiración hasta la última transcurre una larga sucesión de continuas
respiraciones. Se puede considerar como una
de las funciones más importantes, debido a que de ella dependen las demás funciones
necesarias para la vida.
El cuerpo humano tiene sus
propios ritmos al igual que sucede en la Naturaleza, por ello alteraciones
en el estado de sueño, en la alimentación, en la respiración, pueden producir
desequilibrios físicos que llegan a alterar su normal funcionamiento.
El ritmo es un principio universal presente en todas las cosas. Se
puede observar el movimiento de los planetas alrededor del sol, el paso de las
estaciones, el movimiento de las mareas, los ciclos menstruales de la mujer, el
ritmo cardiaco, etc. por lo que la alteración de dicho ritmo puede producir
desarmonía que se traducirá en enfermedad.
Respirar o resoplar
Cuando en uno de los
talleres abordamos el tema de la respiración y comenté que habíamos olvidado la
forma correcta de respirar, un hombre mayor me interrumpió y me dijo que él
sabía respirar correctamente y a continuación se puso a resoplar rápidamente
como cuando apagamos las velas de un pastel de cumpleaños. Así que la pregunta
es si respiramos adecuadamente o no.
En el cuerpo físico el
aspecto fisiológico de la respiración puede considerarse como la parte externa de esta función.
La palabra respiración ha
quedado limitada a los procesos de combustión a nivel celular y se utiliza la
palabra “ventilación” para todos
aquellos procesos que constituyen el intercambio de gases. La misión
fundamental del aparato respiratorio es suministrar de nuevo a la sangre el
oxígeno que las células del organismo van consumiendo. Al mismo tiempo, elimina
de la sangre el anhídrido carbónico acumulado a consecuencia del metabolismo de
aquellas. Para realizar dicha misión, está constituido por unos órganos, los
pulmones, en los que tiene lugar el intercambio de gases entre la sangre y el
aire que llega hasta ellos, mediante una serie de órganos que en conjunto
constituyen las llamadas vías respiratorias.
Las vías respiratorias
están constituidas por las fosas nasales, faringe, laringe, tráquea y
bronquios. Las fosas nasales son conductos estrechos formados por los rebordes
de los huesos del cráneo. Toda la superficie de las fosas está recubierta de
una mucosa con numerosos vasos sanguíneos y terminaciones del nervio olfativo,
por lo que la función de esta mucosa es la de calentar el aire y en ella se
encuentra el sentido del olfato. A
continuación el aire inspirado después de pasar por la faringe, que es la zona
donde se cruza el conducto respiratorio con el digestivo, pasa a la laringe
formada por un engranaje de cartílagos que sirven de sostén e impide que se
pliegue y obture la entrada a las vías respiratorias inferiores, donde se
encuentran las cuerdas vocales, la continuación de la laringe constituye la
tráquea compuesta por un tubo cilíndrico que se divide en dos ramas, los
bronquios, que a su vez se dividen y terminan en nuevas subdivisiones
denominadas bronquiolos hasta llegar a los conductos alveolares que se
encuentran en los pulmones, órganos situados en la cavidad torácica.
Los pulmones ocupan la
cámara pleural del tórax, son esponjosos y su tejido muy elástico, tienen la
capacidad de distenderse y relajarse para absorber y expeler el aire. Están
cubiertos por una envoltura delicada, aunque resistente, llamada pleura que
está formada por dos láminas entre las que se forma una cavidad rellena de
líquido pleural que facilita el desplazamiento o roce de una lámina contra otra
durante los movimientos respiratorios.
El aire entra en los
pulmones por la acción del diafragma,
músculo que separa la cavidad torácica de la abdominal. La acción del diafragma
puede convertirse en un músculo
semivoluntario por el esfuerzo de la voluntad. Cuando se dilata, aumenta la
capacidad torácica y pulmonar. Cuando cesa la dilatación, el pecho y los
pulmones se contraen y sale el aire.
La corriente de sangre
impura llega a los pulmones y se distribuye por las células de aire mencionadas
anteriormente. En la inspiración el oxígeno del aire se pone en contacto con la
sangre impura por medio de las redes capilares donde tiene lugar el intercambio
de gases, la sangre toma el oxígeno y libera el anhídrido carbónico generado
por los desechos del organismo.
La sangre purificada
vuelve al corazón cargada de propiedades y cualidades vitales para realizar el
circuito mayor, que se inicia al salir la sangre por el ventrículo izquierdo
para circular por las arterias y distribuir
la vida por todo el organismo.
En caso que no llegue
suficiente aire puro a los pulmones debido a una mala respiración, la corriente
de sangre impura no se purifica y los desechos vuelven al organismo
envenenándolo, produciendo una condición mórbida que llega a alterar la salud.
Al entrar el oxígeno en
contacto con la sangre se une con la hemoglobina y llega a cada célula, tejido,
músculo y órgano, que vigoriza y fortalece, reemplazando las células y tejidos gastados por nuevos materiales
que la Naturaleza transforma para su uso.
El cerebro requiere energía y oxígeno. La
glucosa es el nutriente energético básico usado por las células del cerebro.
Las neuronas sin embargo requieren grandes cantidades de oxígeno y vitamina B
para procesar la glucosa.
El
cerebro pesa un 2% del peso total del cuerpo humano, pero usa más de un 20% del
oxígeno de nuestro cuerpo.
Mientras
es rara una escasez de glucosa en el cerebro, sí necesita un suministro
constante de oxígeno y vitamina B para procesar la glucosa.
Un buen
funcionamiento cerebral facilita la creación de nuevas conexiones neuronales y
favorece el desarrollo de las inteligencias múltiples que según Howard Gardner
son ocho, de las cuales dos de ellas están relacionadas con la Inteligencia Emocional que se organiza
en cinco capacidades: conocimiento de
emociones y sentimientos propios, manejarlos, reconvertirlos, crear la propia
motivación, y gestionar las relaciones.
También la respiración
está implicada en la función digestiva, ya que cuando el oxígeno
entra en contacto con el alimento se produce cierta forma de combustión por lo
que se hace indispensable una buena respiración para proveer al organismo de
suficiente oxígeno. Se puede relacionar así, en algunos casos, las malas
digestiones con unos pulmones débiles o mala respiración. Si el cuerpo necesita
los nutrientes para realizar sus funciones y la asimilación de éstos no se
produce de forma adecuada la nutrición será incompleta con lo que el organismo
se debilitará ofreciendo poca resistencia a los factores patógenos causantes de
enfermedades. Asimismo, los pulmones
dependen de la buena asimilación de nutrientes para su función, con lo que
una mala asimilación afectará a la capacidad respiratoria, condición que
debilitará también al cuerpo.
También la combustión que
se produce en el intercambio de materias de desecho produce calor que equilibra
la temperatura del cuerpo. De forma
que quienes respiran bien tienen mayor resistencia a los cambios externos de
temperatura y menos posibilidades de resfriarse.
La energía está en el aire
Existe una sustancia
vital de la cual deriva toda actividad que es denominada por la cultura hindú
como Prana, Chi por los chinos, Pneuma en la cultura griega, Baraka por los
musulmanes y Energía Vital en occidente. Es el principio universal que sustenta
la existencia, aporta forma y sustancia a todas las cosas del universo, lo
visible y lo invisible, lo animado y lo inanimado, desde lo microscópico hasta
lo más grande, una estrella. Es el núcleo de toda materia y la energía de todas
las formas visibles. El universo, la naturaleza, los animales, las piedras, el
ser humano y todo en la vida es una manifestación de Energía Vital que se
relaciona entre sí formando parte de una misma unidad.
En la respiración normal
se absorbe y extrae una cantidad normal de energía vital, pero una respiración regulada permite extraer
mayor cantidad de dicha energía que se concentra en el cerebro y centros
nerviosos para utilizarla cuando sea necesario, con lo que pueden actualizarse
las facultades latentes que producen
un aumento en la capacidad física, intelectual y en las facultades
parapsíquicas[1]
y percepciones extrasensoriales.
En el ser humano, los
órganos, las emociones, los pensamientos, las actitudes, son todo formas de Energía
Vital, es por ello que cualquier perturbación energética provoca la enfermedad
física, emocional o mental, además, dado que el ser humano está en relación con
el entorno su sistema energético interactúa de forma constante con las
variables energéticas externas.
Las personas que tienen
la facultad de almacenar energía vital de forma consciente irradian fuerza y
vitalidad que son percibidas por las personas que los rodean, acrecentándoles
la vitalidad y salud, dando explicación a las llamadas curaciones magnéticas.
Así como el oxígeno de la
sangre se consume según sean las necesidades del organismo, la provisión de
energía vital se consume por los pensamientos, acciones, emociones y por tanto
se necesita su constante reposición en el organismo. Todo ello nos indica que la calidad
de nuestros pensamientos, emociones y acciones está en correspondencia con el
gasto de energía que se efectúa. Por tanto, a mayor calidad menor gasto y a
mejor respiración mayor acumulación de energía vital.
Recordando la forma adecuada de respirar
El aparato respiratorio
del ser humano está constituido de tal forma que puede respirar tanto por la
nariz como por la boca. Pero el método
que se siga va a determinar la salud o
la enfermedad de la persona.
Los niños que crecen con
la costumbre de respirar por la boca tienen una vitalidad alterada y una
constitución debilitada que se irá manifestando a lo largo de su vida.
Una gran mayoría de enfermedades contagiosas, así como
numerosos resfriados y afecciones catarrales se contraen debido a la inadecuada
respiración por la boca.
Así como es una excepción
alimentarse por la nariz, también tendría que serlo respirar por la boca.
Para aquellas personas
que han perdido el buen hábito de la respiración nasal y encuentran que sus
fosas están bloqueadas por mucosidades u otras sustancias pueden realizar una
serie de exhalaciones un poco más
fuertes de lo normal y con rapidez tapando alternativamente una fosa y
exhalando por la otra.
También existe un método
de limpieza de las fosas nasales que se realiza introduciendo la nariz en un
recipiente de agua templada con una cucharada de sal marina sin refinar y
realizar una absorción de agua pero sin inspirar, es decir, produciendo un
bombeo con la raíz de la lengua, con lo que el agua ascenderá de forma natural
por las fosas nasales y llegará hasta la boca para ser expulsada
posteriormente, sin que se produzca la molesta sensación en la nariz cuando se
absorbe agua.
Se ha clasificado la
respiración en tres métodos que son
los siguientes:
1º) Respiración baja o abdominal
Se la ha dado también
otros nombres como respiración profunda, diafragmática, etc. ya que al empujar
el abdomen hacia fuera el diafragma baja y los pulmones se ensanchan admitiendo
más aire.
2º) Respiración media o intercostal
Denominada de esta forma
debido a que las costillas se expanden lateralmente un poco y el pecho se
dilata parcialmente.
3º) Respiración alta o clavicular
Se realiza levantando las
costillas, las clavículas y los hombros y contrayendo al mismo tiempo el
abdomen. Estos movimientos hacen ascender el diafragma y reducen la expansión
de los pulmones.
Es probablemente el peor
sistema de respiración, debido a que exige un gran consumo de energía con unos
resultados muy pobres de absorción de aire, ya que sólo interviene la parte
superior y menor del pulmón.
Este tipo de respiración
se observa principalmente en Occidente en mujeres, cantantes, oradores, etc.
Con el tiempo estas
personas adquieren la mala práctica de respirar por la boca, referida
anteriormente.
Respiración completa
De los tres tipos de
respiración descritos anteriormente, el primero de ellos solamente llena la
parte superior de los pulmones, la respiración intercostal llena la parte media
y la abdominal hace lo mismo con la parte baja de los pulmones, por lo que cualquiera
de ellos realizado independientemente no tiene una función completa que
distribuya el aire por todo el espacio pulmonar y, por tanto, aprovechar mayor
cantidad de oxígeno y energía vital.
Este tipo de respiración
engloba a los tres anteriores, lo cual indica que no se trata de algo anormal
sino que es la forma de volver a los principios naturales del ser humano.
- Práctica
Para llegar a realizar la
respiración completa sería conveniente comenzar por dominar cada uno de los
tipos de respiración por separado, con lo que una vez alcanzado este objetivo
se podría realizar la respiración completa de forma adecuada. Esta práctica puede
parecer lenta, debido a la costumbre que se tiene en Occidente de alcanzar
todas las cosas en el menor tiempo posible. Pero se está hablando de calidad y
para dominar la respiración completa ha de hacerse con calma y cuidado, ya que
las personas que durante años no han ejercitado los músculos que intervienen en
la respiración y las células que residen en los pulmones se encuentran
atrofiadas, será necesario realizar un entrenamiento progresivo para
tonificarlas hasta llegar a fortalecerlas, alcanzando así un óptimo
funcionamiento.
El ejercicio consta de
tres partes:
En primer lugar, hay que
practicar cada tipo de respiración de forma independiente hasta lograr cierto
dominio para posteriormente practicar los tres tipos de forma consecutiva en un
solo ejercicio.
a) La persona sentada o
de pie con la espalda recta inhala el aire por las fosas nasales manteniendo la
boca cerrada, y al mismo tiempo se hincha el abdomen para de esa forma mover el
diafragma y llenar así la parte inferior de los pulmones. Se puede colocar la
palma de la mano sobre el abdomen para ser más consciente del ejercicio. A
continuación se exhala el aire vaciando el abdomen con lo que el diafragma
comprime los pulmones y vacía el aire que contienen. Se pueden realizar unas
series cada día hasta familiarizarse con este tipo de respiración que es el
menos practicado. Como se ha dicho antes, no se trata de una competición, todos
los ejercicios deben efectuarse lentamente y sin forzarse a llenar los pulmones
de aire.
b) De igual forma que el
ejercicio anterior se realiza la segunda parte con la respiración intercostal.
En esta práctica se efectúan series solamente de respiraciones para llenar la
parte media de los pulmones. Con lo que se inhalará el aire y se tratará
expandir las costillas y a continuación se exhalará todo ello de forma lenta y
suave. Es conveniente colocar la palma de la mano sobre las costillas y
comprobar el movimiento de expansión y retroceso que realizan las costillas.
c) Por último, se
practican unas series de respiración clavicular, inhalando el aire y levantando
los hombros para llenar la parte superior de los pulmones para seguidamente
exhalar el aire también de forma lenta y suave.
Al principio todos los
movimientos del pecho parecen forzados pero con la práctica se van haciendo más
naturales y no se hace necesario el seguimiento con la palma de la mano para
comprobar cada movimiento, cosa que sucederá al cabo de unos días con lo que
puede iniciarse la respiración completa practicando todos los ejercicios seguidos.
Consta la respiración completa de tres fases:
1º) La persona sentada en
posición vertical con las manos sobre los muslos, inhala por las fosas nasales
para llenar, en primer lugar, la parte inferior de los pulmones notando como se
mueve la pared frontal del abdomen hacia delante.
A continuación se llena
la región media, expandiendo las costillas y el esternón. Por último, se llena
la parte superior de los pulmones como se ha referido en la respiración
clavicular.
2º) Se retiene el aliento
durante unos segundos sin forzarse.
3º) De forma lenta se va
deshinchando el abdomen exhalando el aire vaciando la parte inferior de los
pulmones, continuando con la parte media y finalizando con la parte superior
relajando pecho y abdomen.
Es conveniente una práctica
diaria de unas cuantas series de respiraciones completas y realizarlas en
ambientes ventilados o en la naturaleza con temperaturas templadas, evitando
lugares contaminados, con polvo o suciedad y ambientes excesivamente fríos.
[1] El parapsiquismo es la tendencia
evolutiva de la conciencia a sobrepasar las limitaciones somáticas o
neuropsíquicas, para alcanzar mayor discernimiento frente a la realidad
multidimensional, a través del uso consciente de las potencialidades de otros
vehículos de manifestación y de un mayor dominio bioenergético.
(es.conscienciopedia.org)
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